La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es un crecimiento de la glándula prostática de características benignas. Es de instauración lenta, mediada por factores tales como la edad y el efecto de los andrógenos sobre la esta glándula. La próstata se ubica debajo de la vejiga y envuelve completamente a la uretra (conducto que pasa la orina de la vejiga hacia el exterior). Este crecimiento benigno prostático genera una obstrucción a la salida de la orina de la vejiga.
Los varones en la tercera década de la vida tienen una prevalencia del 8 %, ascendiendo hasta un 50 % en la quinta década.
En la evolución natural de esta enfermedad se produce una aparición gradual de los síntomas,
Los síntomas principales son: Chorro de orina débil o flojo. Chorro intermitente, esfuerzo miccional, urgencia para orinar, aumento de frecuencia miccional diurna y nocturna, sensación de vaciado incompleto.
Se deber realizar una historia clínica detallada y un examen físico completo. Además, hay distintos exámenes que ayudarán como:
- Análisis de orina
- Ecografia Urológica
- Análisis Sanguínea para valorar el marcador de la próstata (PSA)
- Flujometria para valorar parámetros miccionales.
En la actualidad, existen tres opciones de tratamiento para la Hiperplasia Benigna de Próstata
- Espera vigilante con supervisión clínica periódica y cambios activos del estilo de vida.
- Tratamiento farmacológico.
- Tratamiento quirúrgico
Los objetivos del tratamiento son mejorar los síntomas miccionales y la calidad de vida, evitando la progresión clínica de la enfermedad y disminuir el riesgo de complicaciones.
El abordaje terapéutico variará en función de la presencia de factores de riesgo de progresión clínica y complicaciones. Cualquier opción terapéutica debe ser considerada en el ámbito de las decisiones compartidas con el paciente. Ello exige que el paciente sea informado de los posibles beneficios y riesgos de cada tratamiento.